Las ensaladas más tiernas crecen en invernaderos y las ensaladas más resistentes en campos protegidos: en la llanura del Sele, la tierra fértil donde nacen nuestras ensaladas, los invernaderos mantienen la humedad y la temperatura constantes y las prácticas agronómicas siguen minuciosos procedimientos. Es aquí que nace nuestro producto terminado de perfil cualitativo garantizado y controlado.

Control de plagas natural: desde la escarda térmica hasta la rotación de los cultivos en invernadero, son muchas las prácticas agronómicas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que adoptamos para defender los frutos de nuestra tierra de las malas hierbas, insectos dañinos y otras amenazas.

Cultivamos con esmero, desde la siembra hasta la recolección: después de la siembra, conforme a los estándares cualitativos acordados con los clientes, las verduras se riegan con un delicado proceso de nebulización desde lo alto y en el momento adecuado se recogen con maquinaria eléctrica respetando los cultivos, la naturaleza y el personal.

El viaje al establecimiento: después de la recolección, las materias primas se llevan al establecimiento y se almacenan en un área específica y refrigerada a temperatura controlada. Desde allí las materias primas se preparan para la elaboración y las verduras para ensaladas pasan a la fase de selección y mondadura.

Controles continuos para una ensalada de calidad: las tecnologías avanzadas, el control constante de la cadena productiva, la capacidad y la experiencia de nuestros colaboradores nos permiten trabajar en armonía con el medio ambiente, resguardándolo de las políticas industriales nocivas para ofrecer siempre un producto saludable, certificado y trazable. De este modo, controlamos y garantizados todo el recorrido de la materia prima, desde la siembra hasta el punto de venta.